Un proyecto europeo trabaja en la creación de un sistema de comunicación a través de Internet que permita la comunicación entre los diferentes elementos que intervienen en el tráfico rodado, como automóviles, señales y conductores. Su objetivo es facilitar la cooperación entre los coches para aumentar la eficiencia en la conducción y mejorar la seguridad en las carreteras. Por Elena Higueras.
Imagínense que la alarma de su teléfono móvil suena quince minutos antes de lo normal. En la calle está diluviando y su coche se ha encargado de mandar una señal a su celular para que le despierte antes de tiempo, en previsión del atasco que puede formarse en su trayecto habitual de casa al trabajo. Una vez en el vehículo, una luz parpadea en su salpicadero. Un camión está atravesado en la vía. Automáticamente su propio coche comienza a reducir la velocidad y le comunica cuáles son las rutas alternativas para llegar en hora a la oficina. Toma una de ellas y de nuevo, el sistema le informa de los límites de velocidad del camino elegido. Cuando está a punto de llegar a su destino, recibe un mensaje del coche que le sigue. Es un compañero de trabajo que, ante su exceso de prudencia, le invita a tomar un café antes de subir a la oficina. Puede contestarle. Aún le faltan unos minutos para comenzar la jornada laboral.
Por muy futurista que pueda parecer no se trata del televisivo coche fantástico, si no de una situación figurada que podría convertirse en realidad en cuestión de meses. Y es que, según un comunicado publicado en la web de información comunitaria CORDIS, un consorcio europeo de investigación está trabajando en el proyecto CVIS (Cooperative Vehicle-Infrastructure Systems), un sistema de circulación diseñado en torno a una tecnología que permite la comunicación y cooperación de todos los elementos del tránsito viario (automóviles, conductores, semáforos, señales…) para mejorar la eficiencia y la seguridad en las carreteras.
Comunicación "Vehículo a Vehículo" y "Vehículo a Infraestructura"
La fórmula diseñada tiene en cuenta todos los elementos del marco CVIS (Sistemas operativos de cooperación inteligente de vehículos): las comunicaciones V2V (Vehículo a Vehículo), V2I (Vehículo a Infraestructura), gestión del tráfico, datos sobre la flota de automóviles, etc. A partir de esta premisa, CVIS ha desarrollado una completa infraestructura de comunicaciones, que van desde el hardware o el middleware hasta las interfaces de programación de aplicaciones (API), pasando por protocolos, normas e integración entre plataformas.
Por poner un ejemplo de los avances conseguidos, sólo en lo que se refiere a hardware el equipo ha desarrollado una plataforma que puede funcionar con cualquier infraestructura de comunicación conocida, como WiFi, WiMAX, la radio, la comunicación por satélite, comunicaciones especializadas de corto alcance (DSRC), la identificación por radiofrecuencia (RFID), microondas, 3G e incluso infrarrojos.
En cuanto a las interfaces de programación de aplicaciones, el proyecto permitirá que otros desarrolladores de software y proveedores de servicios puedan crear sus propias aplicaciones compatibles con la plataforma CVIS.
Los principales beneficios de este completo sistema de comunicaciones se derivan de la mayor información disponible sobre el vehículo y su entorno. Así, en un futuro próximo, será más fácil para el conductor predecir los tiempos de viaje, responder de manera más eficaz ante peligros, accidentes o incidentes imprevistos, reducir la contaminación generada por su vehículo o conducir de manera más prudente. Por su parte, las autoridades viarias podrán mejorar la gestión y el control de la red de carreteras, aumentar su capacidad, maximizar la eficiencia de los sistemas de transporte público o mejorar la seguridad de todos los conductores.
El turno de Europa
Tradicionalmente los mayores esfuerzos de investigación en este campo han llegado desde países como EEUU o Japón, centrados en el desarrollo de tecnologías de comunicación V2I, programas de seguridad avanzada en vehículos o sistemas de transporte inteligente. En Europa, se sucedieron los intentos por despuntar en materia de comunicaciones entre infraestructuras o entre coches, pero actualmente el punto de mira está en la integración de todas esas plataformas y en convertirlas en un modelo de negocio atractivo.
Desde comienzos del nuevo siglo, el trabajo europeo empezó a fijarse en los avances realizados en cada uno de los Estados miembros. Como los conseguidos por los proyectos INVENT en Alemania, CVHS en Reino Unido, PREDIT en Francia o IVSS en Suecia.
En opinión del coordinador del CVIS, Paul Kompfner, "Europa tiene algo de ventaja en el desarrollo y validación de esta tecnología en una amplia gama de test". De hecho, hoy en día, el sistema cooperativo de infraestructura en el vehículo incorpora objetivos técnicos muy ambiciosos, aplicaciones de demostración convincentes y planes de explotación que harán despegar el Internet de los coches a corto o medio plazo.
El proyecto CVIS está coordinado por un consorcio llamado ERTICO, que representa a todas las partes interesadas, incluidas los fabricantes de automóviles y de sistemas de tráfico, los gobiernos, los operadores de telecomunicaciones, los usuarios y los proveedores de servicios, entre otros. Su financiación proviene del Sexto Programa Marco de Investigación de la Unión Europea, que ha contribuido con 20 millones de euros, a los que hay que sumar otros tantos provenientes de sus socios privados.
Las aplicaciones prácticas del sistema CVIS pueden verse a partir de hoy en la feria Cooperative Mobility Showcase 2010 que se celebra hasta el próximo 26 de marzo en Amsterdam.
Fuente: laflecha.net