IBM ha iniciado un programa de investigación de dos años que pretende facilitar el uso de los teléfonos móviles a grupos como el de la tercera edad y los analfabetos.
Ante el estancamiento del crecimiento en mercados desarrollados como Europa, Japón y Estados Unidos, la industria inalámbrica está mirando con interés a los más mayores, que hasta ahora pensaban que podían pasarse sin un móvil, y a los que no pueden utilizar el que tienen.
Ante el estancamiento del crecimiento en mercados desarrollados como Europa, Japón y Estados Unidos, la industria inalámbrica está mirando con interés a los más mayores, que hasta ahora pensaban que podían pasarse sin un móvil, y a los que no pueden utilizar el que tienen.
IBM dijo el miércoles que el software desarrollado en el programa, en el que también está involucrado el Instituto Nacional de Diseño de India y la Universidad de Tokio, se ofrecerá como un código abierto, y otros materiales desarrollados también estarán disponibles públicamente para gobiernos y empresas.
Observadores de la industria de telecomunicaciones dijeron que el programa de IBM respondía a una verdadera necesidad. "A medida que la población en Europa y Norteamérica envejezca, la necesidad de aparatos móviles especializados se hará más intensa", dijo Ben Wood, director de investigación en la consultora británica CCS Insight.
"Los fabricantes de teléfonos tendrán que adaptarse si quieren atraer a una generación que ha crecido con móviles, pero no pueden utilizarlos como solían", declaró. Grandes vendedores de teléfonos como Nokia y Samsung Electronics han fabricado móviles con grandes botones y diseños simples, pero han evitado comercializarlos específicamente para los más mayores.
Esto ha abierto el mercado para compañías más pequeñas como la empresa familiar austriaca Emporia y la sueca Doro, cuyo reciente estudio mostró que la mayoría de las personas de más de 65 años en los mercados desarrollados ya tiene móvil.
Emporia se centró únicamente en móviles para mayores hace unos años después de que la madre jubilada del consejero delegado, Albert Fellner, le pidiera habitualmente que le ayudara a utilizar el teléfono. "Siempre me volvía loco con su móvil. Cada dos semanas tenía que explicarle cómo usarlo. Me di por vencido. Dije, te haré un teléfono que sabrás utilizar", declaró Fellner.
Su colega en IBM Research Chieko Asakawa, encargada del programa de investigación, tiene una experiencia personal similar. Es ciega, y su primer teléfono móvil en la década de 1990 se utilizaba sobre todo para comunicación de voz, en lugar de para mensajes de texto u otros usos.
"No había un teléfono accesible. Simplemente lo utilizaba para marcar y llamar", declaró.
Fuente: Laflecha.net
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